lunes, 2 de junio de 2014

Víctor Ruz: “El bolsillo del venezolano es la única víctima de la guerra económica del Gobierno”

El diputado a la Asamblea Nacional, destacó que la escasez, el desabastecimiento y la inflación van en detrimento del poder adquisitivo de los trabajadores

El parlamentario exigió la publicación del índice de inflación de abril y recordó que desde enero no se publica el de escasez y se está en mora con el de Producto Interno Bruto correspondiente al primer cuatrimestre del año


Victor Ruz, diputado a la AN
(Maracaibo, 02 de junio de 2014). Escasez, desabastecimiento, inflación y alto costo de la vida. Estas son solo cuatro de las armas de la guerra económica que tanto pregona el Gobierno de Nicolás Maduro, una guerra en la que las únicas bajas están del lado del pueblo. A juicio de Víctor Ruz, diputado a la Asamblea Nacional, el bolsillo de los trabajadores es la única víctima en esta “guerra” que tiene sus bases en el evidente fracaso del modelo económico socialista. El objetivo, sensibilizar a los venezolanos.

Marzo cerró con una inflación de 4,1 por ciento, la más alta desde 2008. En el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas, el alza fue de 6,1 por ciento; casi el doble del mismo mes el año pasado. El 13 de mayo la Superintendencia de Precios Justos publicó los nuevos precios de varios productos, entre ellos pollo, café y azúcar. En algunos rubros, el aumento superó el 100 por ciento.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el valor de la canasta básica promedio se ubicó en febrero –desde entonces no actualiza- en tres mil 730 bolívares. El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) asegura que la canasta básica para abril implicaba un gasto de 18 mil 322 bolívares, es decir, que se necesitan más de tres salarios mínimos para cubrirla.

“En esta guerra queremos saber si el Gobierno es víctima o victimario. Deben llamar las cosas por su nombre, la guerra la tienen ellos. El Ejecutivo anunció un aumento de sueldos que resultó insuficiente ante el incremento de los productos alimenticios que no se consiguen en el mercado, donde además vemos cómo el pueblo pierde hasta seis horas al día en colas para tener acceso a estos productos”.

Crisis en números

El cálculo es sencillo. El parlamentario tomó como ejemplo solo siete productos de consumo diario de los venezolanos. De acuerdo al precio regulado y el consumo aproximado en un mes de pollo, café, azúcar, arroz, leche, aceite y harina pan, una persona gastaría mil 576 bolívares, lo que representa un 28 por ciento del salario mínimo.

Sin embargo, en el mercado real donde escasean los productos con el precio fijado por el Ejecutivo, lo que obliga al venezolano a pagar hasta el doble por cada uno, el gasto se incrementa a tres mil 890 bolívares, es decir, 71 por ciento del sueldo mínimo solo en estos siete productos.

“Hay que llamar las cosas por su nombre. No se trata de acaparamiento, sino de desabastecimiento. Tampoco es especulación, sino escasez. Es el Gobierno quien tiene el control de cambio, de divisas y de precios. Si le diera oportunidad a los productores, nada de esto estuviera pasando. Con una deuda con el sector alimentos que supera los 2,7 millardos de dólares solo hasta abril, hoy en día dependemos de las importaciones”.

A juicio del parlamentario, el modelo económico del Gobierno fracasó. “Que no se enfrasquen en las consecuencias cuando esta es la causa. Deben reconocer que su modelo fracasó, ya que no compensa las necesidades del pueblo, va en contra de la propiedad privada y se basa en las expropiaciones para amarrar a los productores”.

Corregir el modelo, incentivar la producción e inversión y otorgar divisas formarían parte de la solución. “Pero ante la crisis, pareciera que al Ejecutivo le interesa mantener el clima de conflictividad que hay en el país y tira trapos rojos para desviar la atención del verdadero problema de los venezolanos. Encarcelar a los alcaldes, el decreto 058 o la prohibición de las protestas no ocultan la crisis económica que nos agobia a todos”.

El propio Nicolás Maduro admitió hace pocos días el momento de crisis que vive la economía venezolana; Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela, reconoció que los índices de inflación “no están muy bien”. Y hasta los aliados internacionales de la presidencia lo comentan. “Se han cometido errores económicos en Venezuela”, dijo Rafael Correa, presidente de Ecuador, hace dos semanas.

Ruz le recordó al BCV que está en mora con la publicación del índice de inflación de abril, y ya cerró el quinto mes del año. Desde enero tampoco se publica el índice de escasez y también exigió el del Producto Interno Bruto correspondiente al primer cuatrimestre del año. “Así como le presentan al país supuestas pruebas de planes de magnicidio y presuntos golpes de Estado, queremos que el Gobierno haga públicos estos índices, reconozca su fracaso y plantee nuevas medidas para corregir la crisis en que nos sumergieron desde hace 15 años”.

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