El discurso presidencial del pasado miércoles ha dejado mucho que hablar, esta frase “Dios proveerá” sustituyó el famoso “por ahora”. Es increíble, que un país en el cual ingresaron sumas exorbitantes de dólares por la renta petrolera, se encuentre prácticamente en la miseria, al punto de llegar a la violencia para adquirir un rollo de papel sanitario o cualquier otro insumo de la canasta básica; lo que nos lleva a decir que vivimos una verdadera economía de guerra.
La red Mercal, Pdval, ni Bicentenario pueden cubrir la demanda de productos que el venezolano necesita para su alimentación. El Ejecutivo Nacional se empeña en hacer firmar a las empresas distribuidoras un acuerdo que obligará al sector privado a “mejorar” la entrega de los alimentos; de igual manera, las cadenas de supermercados se ven forzadas a implementar medidas increíbles como pedir la partida de nacimiento a los padres para verificar si tienen un hijo en edad de pañales, eso como ejemplo.
Los expertos en materia económica advierten a Juan Bimba, que este aún no padece los verdaderos embates de la crisis, dicen que debe ahorrar y ahora, me pregunto: ¿Cómo ahorra? En la actualidad los cuatro churupos no alcanzan para nada, todo el dinero se va en comprar cuatro cositas, porque si no lo consigues en el abasto o supermercado, tienes que ir al sector informal, donde encuentras todo pero con precios intergalácticos, en pocas palabras el sueldo se diluye como la sal en el agua.
Las “medidas” anunciadas en el hemiciclo de la Asamblea Nacional no llegan a pañitos de agua fría para bajar la calentura. Un incremento del salario mínimo de 15% a partir del primero de febrero, aumento de las becas universitarias, pensiones y nuevas viviendas, fueron un chiste populista y más recursos para esos programas que han fracasado por la misma corrupción.
Con esto tratan controlar el descontento en todos los sectores, ese aumento salarial se lo comió la inflación, esa que nadie detiene y no se anuncian acciones contundentes que impulsen al sector privado para reactivar el aparato productivo del país.
El Gobierno debe dejar de mirar al empresario como un enemigo, debe convertirlo en su aliado. Al liberar ciertos controles, permitirá que se realicen más inversiones, a su vez nuevas fuentes de empleo y poco a poco retomaremos esos estándares de la época de los 90, cuando podías ir al supermercado y comprar el producto que te diera la gana, de la marca que quisieras y no como ahora, el que medio consigas, así no te guste mucho, porque eso es lo que hay.
Las colas se incrementan a cada hora del día y los personeros del Gobierno dicen que eso es culpa de la guerra económica provocada por la oposición y el imperio. Siempre culpan a la vaca y no reconocen que el error es de ellos, quienes tienen todo en sus manos para arreglar este disparate.
El contrabando de extracción es uno de los males que tanto golpea al país, se ha hablado de acuerdos binacionales para combatir este flagelo, pero tampoco se ven resultados concretos. ¿A quienes les conviene que eso continúe? Ahí es donde el Gobierno debe enfocarse, en acabar esas mafias y hacer público quienes estaban detrás de ellas, hay que destapar esas ollas –Ya que tanto hablan de luchar en contra de la corrupción- aún no he visto al primer rojito preso por malversación de fondos y eso que hay centenares de denuncias con pruebas para hacerlo; siempre acusan a dirigentes de la oposición, alcaldes y hasta ex gobernadores, pero de ellos, ninguno – bueno, al menos que haya saltado la talanquera y ahí es cuando le pasan la factura, algo así como hicieron con el Gato Briceño.
El descontento en la calle sigue en crecimiento en todos los estratos sociales, el Gobierno pierde popularidad cada minuto que pasa y eso los tiene desesperados, espero que rectifiquen y asuman sus errores para buscar esas soluciones que todos queremos. Ojalá que en abril ocurra un milagro y los anaqueles sean sustentados con productos, porque sino la cosa se pondrá color de hormiga.
Nos leeremos la próxima semana. Sigan mis redes sociales en Twitter e Instagram como@jberrueta1 y también me pueden hacer llegar sus comentarios o sugerencias a la dirección electrónica jberrueta01@gmail.com recuerden, “Dios proveerá”.
Jorge Berrueta R. CNP 16.146
No hay comentarios:
Publicar un comentario