Venezuela está sumergida en una de las peores crisis de la historia contemporánea. Los índices de inflación oficiales se desconocen, hay comerciantes informales que hacen su agosto en plena vía pública al frente de las autoridades y nadie se atreve hacer algo al respecto. Cada día la sensación de desesperación se hace presente en los hogares, es un suplicio salir a un supermercado a intentar comprar por el terminal de cédula, rogando encontrar los alimentos.
Consecomercio afirma que el Gobierno Nacional es el único con conocimiento del inventario existente en el país; mientras que Fedecamaras exige que liberen las divisas preferenciales para la adquisición de materia prima y así las pocas empresas privadas que quedan puedan continuar con la producción. El aparato productivo venezolano está en el suelo, mientras que los precios se encuentran por las nubes y para contrarrestar esta situación los personeros del Gabinete económico hasta el inquilino de Miraflores nos dicen en Venezolana de Televisión y el resto de los medios del estado, que todo forma parte de “una guerra económica”.
Si el Ejecutivo no toma las medidas pertinentes no encontraremos con una hiperinflación al finalizar el año, según los expertos en el área, lo que traerá una devastadora consecuencia en todos los estratos sociales del país; sin sumarle a esto los altos niveles de inseguridad que se registran a diario y por supuesto el desempleo, porque la crisis está llevando a las empresas privadas a reducir a su equipo de trabajo y muchos han optado por migrar de Venezuela para buscar mejores oportunidades.
El transporte se detiene
Muchos viven las consecuencias que ha traído consigo la crisis y uno de los sectores más golpeados es el transporte. No hay repuestos, cauchos y baterías, pero cuando medio encuentras algo, lo tienes que comprar súper caro. No es posible que una batería cueste Bs. 15 mil y un caucho llegue a costar 20 mil o 23 mil bolívares, eso sin hablar del precio de un motor.
Los trabajadores del volante piden a gritos respuestas claras, no promesas de ofertas de divisas porque el 90% de los choferes no tienen acceso a estas, solo las empresas que importan y si es que les hacen entrega de esos dólares preferenciales y lleguen a vender a precio justo.
Cada día son menos las unidades activas en la calle, lo que ha provocado un caos en las principales ciudades del país, ahora ir a trabajar te puede llevar hasta dos horas e igual o más tiempo para retornar a tu hogar. Y quién hace algo para buscar una solución real?
Cambio legislativo
Triste y lamentable nuestro caso, que en la situación en la que nos encontramos dependamos de una elección parlamentaria como única esperanza para tratar de enderezar el rumbo de este barco que se desvió de la ruta de la prosperidad para navegar en el mar de la felicidad.
La MUD exige al CNE que anuncie la fecha de la realización, mientras que el señor de la Casa Amarilla pide que sea firmado un acuerdo para reconocer los resultados. Cómo pretende la MUD firmar este acuerdo si todos sabemos que aún las reglas del juego no están dadas? Cómo firmar un acuerdo si públicamente no conocemos fecha para estos comicios?
Hay personas que me preguntan ¿Qué va a pasar? Mi respuesta: no lo sé. El escenario se debate entre tratar de mantener contentos a quienes creían en Chávez, recuperar a los que se fueron y ganar nuevos adeptos –todo eso lo veo complicado del lado del partido de gobierno. Mientras que la MUD tiene que comenzar a conectar su discurso con los problemas reales de la población y de una vez por toda vender un plan de país y no una promesa de cambio, progreso y transformación, algo que Juan Bimba diga “esta gente ya sabe lo que quiere”. Amanecerá y veremos!
Jorge Berrueta R. @jberrueta1
Periodista - Asesor Comunicacional - Social Media Management Consultant
(CNP 16.146) Telf: +584146309385 BB MPIN: 7F7A717B
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