Es la tercera vez que el artista mete la pata en la red
Alejandro Sanz |
lavanguardia.com- Nada como que a uno le dejen un micrófono -y por extensión, un lápiz o un teclado- para meter la pata. Y si el medio es Twitter, el cantante Alejandro Sanz sabe un rato. Su relación con la red social y sus fans, muy estrecha, se ha visto salpicada en más de una ocasión por mofas y burlas de otros usuarios cuando el cantante, queriendo opinar, ha acabado metiendo el pie donde no tocaba. Y es que por suerte el pajarito azul que canta en 140 caracteres se ha convertido en el medio de comunicación favorito de las celebrities. Es gratis, es fácil y, además, llega a mucha gente pero es una doble arma porque puede hacerles hacer el ridículo públicamente. La ultima metedura de pata de Sanz ha sido confundir a la atleta Marta Dominguez con Marta del Castillo pero sus desencuentros vienen de largo.
Sanz tuvo su primer encontronazo en la red de microbloging cuando escribió un tuit con una falta de ortografía: vuestras con "b". Al ver como los mensajes que se mofaban de su nivel cultural emanaban a borbotones en las cuentas de miles de usuarios, se enfrascó en insultos a algunos internautas. "Eso no lo escribí yo pedazo de burro", respondía a uno de aquellos tuits. Presa de un enfado monumental, Sanz anunció que dejaba de escribir en la red porque estaba "harto de tanto ataque y tanta mala baba". Pero, después de reflexionar, admitió su error- bueno, a medias- diciendo que lo que quiso escribir en realidad era nuestras y reculó asegurando que ya no se iba a tomar las cosas tan a pecho y que, por supuesto, no iba a dejar que "cuatro envidiosos" le echasen de Twitter.
El cielo se despejó en la cuenta del cantante de Corazón partió hasta que saltó a los medios de la investigación en el seno de la SGAE por supuesto desvío de fondos. Sanz se puso a opinar sobre este tema posicionándose, de una forma muy vehemente, a favor de la "presunción de inocencia" de Teddy Bautista y la cúpula directiva. Arremetió sin pudor contra los críticos con la institución de derechos de autor a los que bautizó como "cortitos, rabiosos" y "oportunistas" y sacó pecho asegurando que los robados eran los artistas.
Las reacciones contra Sanz no se hicieron esperar y los internautas se le echaron encima preguntando dónde estaba la presunción de inocencia de los usuarios cuando compran un CD y tienen que pagar el canon.
En esta empresa de defensa de la SGAE le siguieron otros autores como el caso, entre otros de Víctor Manuel o Andrés Calamaro que firmó el siguiente tuit: "Twitter con SGAE demuestra ser militante del golpe picoleto de Tejero el 23F. La operación SGAE y el 23F son la misma cosa".
Cuando el denominado Caso saga tomaba cuerpo y Bautista y el resto de la cúpula directiva de la Sociedad General de Autores y Editores tuvieron que ir a declarar ante el juez Pablo Ruz, Alejandro Sanz pasó a sentirse "utilizado y avergonzado" y a calificar la gestión de los imputados como "el mayor acto de piratería de la historia".
Sanz no es ni mucho menos la única celebridad capaz de convertir Twitter en el club de la comedia online. Russell Crowe, por ejemplo, también acabó pidiendo perdón a la comunidad judía tras afirmar que la circuncisión, era "barbárica y estúpida" y quién no recuerda a David Bisbal con su "Nunca se han visto las pirámides de Egipto tan poco transitadas..." en plena rebelión egipcia o, más recientemente, aprovechando la tragedia de Japón para promocionar un concierto suyo en el país.
Por suerte, los famosos no siempre usan Twitter para meter la pata. La red social es también un medio rápido para usar bien su popularidad por una buena causa. Fue el caso, este mismo verano, de una campaña mundial lanzada a través de Facebook y Twitter para pedir por la solidaridad con las poblaciones que sufren el hambre en África en la que participaron 50 estrellas del mundo del espectáculo, entre ellas, Shakira, David Beckham, Madonna, U2, Jennifer Lopez, Lady Gaga, Britney Spears, Eminem, Justin Bieber y Muhammad Ali.
No hay comentarios:
Publicar un comentario