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lunes, 29 de julio de 2013

Ada Raffalli: "Di Martino vendió ilegalmente camiones del IMAU por 500 millones de bolívares"

La concejala indicó que el ex alcalde de Maracaibo tiene más de 50 expedientes en su contra 


Concejala Ada Rafalli
Recordó los casos de presunta malversación de fondos como la venta de terrenos en la Vereda del Lago y de la nueva terminal terrestre

“Existen más de 50 expedientes en contra de Di Martino que reposan en un sueño eterno. Están llenos de polvo y telas de araña. Por eso exigimos que investiguen de una vez por todas estas denuncias y le den la misma celeridad que hacen cuando investigan a ciertos dirigentes de la oposición”, aseguró la concejala de Maracaibo, Ada Raffalli.

La edil se dirigió hasta la sede del Ministerio Público en compañía de otros concejales, para exigir la averiguación de las denuncias que entregaron desde el 2003, en contra del ex alcalde marabino Giancarlo Di Martino, y hasta el momento no se ha emitido ningún fallo. Explicó que se consignaron pruebas de presunta malversación de fondos y peculado de uso.

Raffalli recordó las decenas de supuestas irregularidades cometidas durante la gestión del ex burgomaestre. “Tengo las constancias de haber entregado estas denuncias al entonces contralor Clodosbaldo Russián y lo que han hecho es tirarle un trapo rojo para taparlo. Ese personaje privatizó las áreas de la Vereda del Lago, vendió el terreno donde se iba a construir la nueva terminal terrestre de la ciudad y estafó a más de 800 familias con el proyecto habitacional Ciudad Alba”.

La concejala Ada Raffalli aseguró que Di Martino vendió ilegalmente camiones del IMAU por 500 millones de bolívares. "Recibió del municipio un cheque sin fondo, lo cual generó la crisis en el sistema de recolección de desechos sólidos que actualmente vivimos".

Asimismo puntualizó que los marabinos no olvidan el “desfalco” que hizo a la Alcaldía y por ello acudieron a la Fiscalía para alzar su voz y hacer un llamado de atención. Indicó que ahora pretende aspirar al ayuntamiento marabino, luego de dejar al organismo en “cuatro bloques”.

martes, 16 de julio de 2013

Capriles es pasado, Eveling se queda y el Zulia se vuelve a pintar de azul - Alejandro Fuenmayor

Alejandro Fuenmayor
En mi artículo de esta semana he decidido hablar de tres temas que se conectan entre si, porque ocurren en paralelo, desde la perspectiva que yo los veo.

Quiero referirme primero al “enchufado menor”, nombrado así para distinguirlo de quien él llama “el mayor”. Dice el dicho que la lengua es castigo del cuerpo, y es que los refranes siempre van cargados de la milenaria sabiduría popular, que como se ufana Eladio Lares de su auditorio de “Quien Quiere Ser Millonario”, nunca se equivoca. Por supuesto que hablo del mismísimo Henrique Capriles, el hasta hace poco, único líder de la política venezolana. Ganó la presidencia, cantó fraude, millones se ofrecieron a ayudarlo “a cobrar”, pero el decidió guardar el billete ganador, poner el reclamo ante la cristalina justicia venezolana y seguir cobrando como gobernador. De allí no lo desenchufa ni Dios, hasta no tener otra conexión segura. “Los madurros” se dieron cuenta de su debilidad, le soltaron un actor porno y cuatro prepagos para que hicieran escándalo por su ausencia, lo amenazó con voz de “arrecha” la presidenta del Consejo Legislativo de Miranda, y nada, misión cumplida. Capriles volvió a ser “un buen muchacho”, de esos que no les gustan las multitudes en las calles, universitarios en huelga y por supuesto abierto a dialogar con el Gobierno. ¿Cuál Gobierno, pregunto yo, si él mismo dijo que era espurio?

“El enchufado menor” está triste porque Globovisión no lo saca en vivo como antes, y critica a todo el que escriba en Twiter, olvidándose que él también ha quedado para eso, porque ya se acabaron la radio y la televisión independientes.
Yo se que mucha gente me va a criticar y voy a “salir de sus reinos” por cuestionar al “enchufado menor”, pero no me importa, es la verdad, y ésta siempre triunfa y reivindica al que la enarbola sin temor.

Hace tres meses la calle estaba viva y él la mató con sus miedos. ¿Temía sangre? Pues debió haberse metido a cura y no a político, porque a muchos tuvo que “liquidar” Carlos Andrés para que no nos invadiera la guerrilla cubana en los sesenta, Obama “echo el loco” eliminó a Osama Bin Laden, Uribe a unos cuantos narcos de las Farc, y si le contamos los muertos a Simón Bolívar, lo tenemos que colocar a nivel de Hittler (aunque los motivos fueran distintos, sangre es sangre).

Tranquilo Capriles, sigue enchufado, después de Miranda siempre habrá algún buen puesto de servicio público por allí. Se perdió una batalla, pero no la guerra. Viene la batalla final y nuevos guerreros.

El otro tema que quiero tocar, es el de las elecciones municipales y lo hago para decirles que “no se vistan, porque no van”. Yo no creo que aquí habrán elecciones municipales en diciembre. Viene antes un terremoto político militar, que pienso obligará a posponer de nuevo las susodichas elecciones. Es allí que cobraría vigencia el slogan de un amigo: “Eveling forever”. Guanipa en vez de enfrentártele a Eveling, más bien apóyala, porque voy al tercer punto, lo que está más cerca es la elección de gobernador del estado Zulia. La salud de Arias va de mal en peor, aunque él y sus súbditos se empeñen en negarlo. Tengo los pelos de la burra en la mano y son negros. De allí nace el empeño de activarle juicios e inhabilitación a Pablo Pérez, tienen terror de perder de nuevo al Zulia, pero Arias no da para más: está débil y los actos públicos lo están acabando.

Por ahora, así están las cosas: Capriles es pasado, Eveling se queda, el Zulia se vuelve a pintar de azul y en septiembre comienza la primavera venezolana, ¡empieza la sexta!

Alejandro Fuenmayor

miércoles, 26 de junio de 2013

Eveling de Rosales aseguró estar preparada para medirse ante cualquier candidato

La candidata de la Unidad dijo que la mejor encuesta es el apoyo que le manifiesta la gente en la calle

La Jefa del Gobierno municipal dijo que su lucha es contra el desabastecimiento, el alto costo de la vida y otros problemas que afectan la calidad de vida de los marabinos.


La Alcaldesa de Maracaibo, y candidata por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Eveling de Rosales, aseguró no sentir preocupación sobre la escogencia del candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), para las venideras elecciones municipales del próximo 8 de diciembre.

"Estoy preparada para medirme ante cualquier candidato. No estoy preocupada por quien esté en la tolda del oficialismo, seguiré trabajando. Soy la candidata de la Unidad, del pueblo. Mi adversario será el que quiera el Psuv. En la Mesa de la Unidad ya tenemos candidata", dijo Trejo de Rosales durante el inicio de otra vialidad en la capital zuliana.

Asimismo, y a propósito de las recientes publicaciones de sondeos pre electorales; recordó que la mejor encuesta es el apoyo que los marabinos le manifiestan cuando supervisa una obra, cuando inaugura alguna vialidad, cuando entrega ayudas o simplemente cuando se le acercan mientras recorre rutinariamente las 18 parroquias marabinas.

"Las mejor encuesta está en la calle. La gente cree en su Alcaldesa porque es el gobernante más cercano que tienen y a quien ven a cada rato en los barrios, en las avenidas, cañadas, plazas, casco central; en fin, en todas partes. Aquí la lucha es hacia contra el racionamiento, el desabastecimiento y el alto costo de la vida", señaló Eveling de Rosales.

Recordó que desde la Alcaldía de Maracaibo, semanalmente atienden y solucionan los problemas que las comunidades de la capital zuliana, les manifiestan por distintas vías.

"Nuestra gestión está en todo Maracaibo, a través de nuestros programas sociales, brindando respuesta a todos los ciudadanos por igual, sin importar clase social, ideología política o raza", dijo la Alcaldesa para finalizar.

domingo, 7 de abril de 2013

Se busca un país. Leonardo Padrón


Confieso que mi cédula de identidad me tiene exhausto. Venezuela se ha convertido en una experiencia límite. Pero más me perturbaría cultivar la indiferencia o, peor aún, aplaudir el desatino monumental que vamos siendo.

Debo confesar que estoy agotado. El país se me ha vuelto un insomnio. No puedo iniciar estas líneas de otra manera. La primera persona del singular es el lugar donde comienza, para todos, el país que somos. El país ocurre primero en el desayuno que nos llevamos a la boca. En las noticias que te emboscan los buenos días.

En el hueco que tu carro descubre camino al trabajo. Confieso que mi cédula de identidad me tiene exhausto. Venezuela se ha convertido en una experiencia límite.
Pero más me perturbaría cultivar la indiferencia o, peor aún, aplaudir el desatino monumental que vamos siendo. Decía Marguerite Yourcenar que el verdadero lugar de nacimiento es aquel donde por primera vez nos miramos con una mirada inteligente.

Hoy los venezolanos tenemos un país extraño y drásticamente superior a nuestro asombro. La tranquilidad nos quitó el habla. Deambular entre los titulares es respirar tizne y desaliento. Hoy todos estamos salpicados por esa nación áspera que habla con estridencia y nos empuja, pendencieramente, el hombro.

Somos una eterna cuenta regresiva. Cada quincena nos jugamos el destino. Necesitamos con urgencia una cierta dosis de aburrimiento. Pero más apremiante aún es conseguir el país que no termina de aparecer. Quizás es el rasgo más común que tienen entre sí un habitante de Chivacoa, El Supí, Manzanillo, Agua Salud o El Cafetal: todos buscamos esa esquiva palabra llamada bienestar. O elijamos otra, una instancia de arranque: sosiego. Que ocurra el sosiego.

En la red social Twitter no siempre triunfan los insultos. Alguien escribió en estos días: “La esperanza también es un talento”. Se me antoja que es una frase poderosa y certera.

Para no claudicar uno debe emplearse a fondo. Es la tarea, quizás la primera, de todos los que habitan este mapa proceloso: ejercer activamente nuestro talento para la esperanza.En definitiva, andamos buscando un país donde la decencia se convierta en rutina. Donde mi diferencia sea el vínculo con la tuya.

Donde sea moralmente inadmisible el escarnio. Aquí todos estamos agotados de tanto desencuentro, tanta agresión mutua, tanto reventarnos la madre en el idioma. La calle es un desafinado coro de rencor. Las amistades crujen a pedazos. Los gremios se fragmentan. Padecemos los síntomas de un virus llamado odio. Es imperativo conseguir la bisagra que nos regrese a una cordial topografía de múltiples registros.

Por eso, en estos días feroces hay que ponerse el mapa encima. En estos días toca revisar lo que somos y lo que hemos dejado de ser.¿Qué es hoy un escritor en Venezuela? ¿Por qué amenazan el trazo de un dibujante? ¿A quién asusta tanto el humor? ¿Cómo duerme un dramaturgo al que le han quitado la sede? ¿Cuántos insultos por minuto tolera un periodista? ¿Quién oye la voz de los pensadores? Ezra Pound decía que los artistas son las antenas de la raza. Sabemos que la única doctrina de un artista es la libertad.

Tiene la costumbre de volar varias veces al día. No sabe de genuflexiones. No ofrenda lisonjas al poder. Está diseñado estructuralmente para disentir, criticar, proponer. No busca fuegos fatuos. El artista es el moscardón de la realidad. La agitación y la irreverencia. El artista no quiere ser gobierno, prefiere ser conciencia y reclamo.En estos días, cuando la crispación inunda los escritorios, las palabras, los dientes, las miradas, los confines del Metro, el alumbrado público, la histeria y la historia, el artista no puede, no debe, no sabe quedarse callado. El artista dice basta, existo, incomodo, tres veces grito.

Hace teatro y revuelve. Escribe un poema y golpea. Pinta un lienzo y convoca. Se cuelga una guitarra y abunda. El artista imagina, explora, denuncia, testimonia. El artista es el revés de la mordaza. Te advertimos, poder: No le exijas mansedumbre.Yo estoy harto de recibir insultos telefónicos y amenazas de muerte al filo de la madrugada. No me cabe una ofensa más en el oído. No sé callarme la boca, no nací para plegarme al miedo, no quiero cambiar de código postal.

Si digo “no estoy de acuerdo”, recibo a cambio una pedrada en mi vida personal. Si escribo “difiero”, dibujan una cruz en mi frente.Venezuela se ha convertido en una melancólica pera de boxeo. Todos dicen venerarla, mientras la golpean sin pausa. Porque cuando excluyes al que no piensa como tú, estás golpeando al país. Cuando chillas amenazas, cuando exiges devoción acrítica, cuando vociferas un solo color, estás golpeando al país policromático que posee voz propia.

No deseamos gobernantes cuya premisa sea pulverizar, agraviar, satanizar al contrario. El pueblo no son ocho millones de votantes, ni seis millones y medio. El pueblo no es sólo aritmética electoral. A fin de cuentas, hoy vivimos en una comarca donde la muerte tiene más rating que la vida.El arte, con todos sus rostros, tiene a Venezuela en la punta de sus angustias.

Decía Unamuno que la cultura se conquista. Una tarea imperiosa ante un país que se nos rompió en las manos. La zanja que nos divide se hace cada vez mayor. Ya basta. Es suficiente. Paremos. La crisis moral nos ha estallado en la cara. Nos está quedando torcido el dibujo. Necesitamos resetear el país.Y que lo entienda de una buena vez el poder: nunca nos quedaremos callados cuando las cosas marchen mal.

Así mañana el poder se llame Henrique Capriles Radonski.Sólo aspiramos pluralidad, bienestar, conciliación. Ese es el punto crucial. Se busca un país que nos contenga a todos. Que sea norte y futuro, no fractura y violencia. Un país que tenga 28 millones de abonados para el mismo juego. Una patria cuya mejor ideología sea la mano extendida.

Se busca un país. Múltiple y unido. Un caleidoscopio de un solo nombre. El detalle es que sólo entre todos podemos conseguirlo. La indolencia, señores, ha llegado a su fecha de vencimiento. 

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