martes, 29 de marzo de 2016

Del asueto al zoológico urbano nacional - por José Luis Zambrano @Joseluis5571

Sainete en cápsulas


El hogar tiene ambiente de santuario. Quizá se pague una promesa con ese incierto complejo de lo inconveniente. Se ha santificado la casa, no con los aromáticos inciensos particulares de los tiempos de reflexión espiritual, sino con una forzada andanada de velas y velones. No se venera ninguna sagrada imagen o se levantan plegarias para evitar una antediluviana profecía de catástrofe mundial. Sólo son candelillas improvisadas ante la promulgación de los apagones como acción cotidiana.

Emigrar de nuestros aposentos la semana pasada era una idea elocuente, para huir de tan inconveniente sistema de racionamiento eléctrico. No existía mejor excusa para visitar los recintos de fe, donde mora el amor de Cristo y su duro sacrificio de amor. Pero la crisis allanó a las iglesias, faltando hasta las hostias para las eucaristías de esa Semana Santa.

Resulta dura la tarea de escribir sobre un país en el cual los sinsabores son una especie de virulenta estela de desagravio continuo. No es justo para una nación saturada de maravillas naturales y gente receptiva, encontrarse atrincherada y embestida por quienes osan regentarla para su destrucción.

Tal vez muchos núcleos familiares labraron por varios meses, unos ahorros para pasar unos días de sosiego y esparcimiento en la sin igual isla de Margarita. Sorpresa atroz encontrarse que la soga de las privaciones apabullaba a esta belleza paradisíaca. Los hoteles laboraron a media máquina en la temporada que debía erigirse de mayor esplendor. Sin agua y sin servicio eléctrico continuo, el hospedaje masivo se hacía cuesta arriba, por ello se convirtió en tema de noticieros internacionales ver con estupefacción, la decadencia de nuestro especial rincón turístico del Caribe.

Pero esta demencia llegó a otros niveles. A partir de esta Semana Santa, no se necesitará para ir a la playa, de la acostumbrada vestimenta de traje de baño. Ahora se requerirá de un disfraz similar al de Indiana Jones o Tomb Raider, con todos sus adminículos de explorador furtivo. La sequía y las temperaturas altas generaron que el Crocodylus acutus o caimán de la costa, tuviera la desfachatez de la supervivencia, para ir a pasar sus vacaciones en las bahías de Higuerote, Carenero y Río Chico.

Se imaginan chapoteando en el agua, sumergirse para aplicar una broma y creer que el juanete de la suegra se encuentra más grande de lo acostumbrado, pero se está agarrando la cola serpenteante de un cocodrilo. Tal corolario de extrañezas ocurre en tan complejo asueto, que preferimos permanecer atosigados por el calor generado por la falla del fluido de electricidad que por las fauces deshidratadas de un taimado caimán.

Lamentablemente como todos los años, se acaban estas vacaciones de la Semana Mayor y volvemos a la citadina realidad de esta Venezuela dejada por los precursores socialistas. Continuamos escuchando las noticias de los 20 mil millones de dólares adeudados por este Gobierno a proveedores internaciones de sectores industriales, medicamentos, transporte aéreo y ensamblaje o que el venezolano no cuenta ni con el dos por ciento de sus ingresos para ahorrar.

Para quienes se adentran diariamente en este zoológico urbano nacional, no resulta extraño ver caimanes conviviendo con la gente o a un ciudadano subsistiendo con un salario mínimo recién aumentado de 11 mil 578 bolívares, cuando la cesta básica familiar se encuentra en 121 mil 975. Así de normalita está nuestra capacidad de asombro.





MgS. José Luis Zambrano Padauy
@Joseluis5571

lunes, 28 de marzo de 2016

No hay que jugar posición adelantada - por Gladys Socorro @gladyssocorro

Muchos están jugando posición adelantada y el pueblo les va a cantar fuera de juego. Más de uno en el Zulia arrancó su campaña para la gobernación y ni siquiera se sabe cuál sería el método más efectivo para solucionar el problema mayor que ahoga a la población: la salida del presidente Nicolás Maduro.

La gente no está pensando en ningún nombre para dirigir los estados. Los zulianos, al igual que el resto del país, lo que quieren es solucionar la falta de comida, de medicinas y de productos básicos, y saben que sólo se logrará con un cambio de gobierno. Esa es su gran preocupación y solo por ello están trabajando.

En medio de esta crisis parece cuesta arriba que lleguemos a las elecciones regionales previstas para diciembre de este año. Si no hay plata ni para comer no sería una buena señal desembolsar millones sobre millones para unas elecciones que no solucionarían el problema fundamental del país.

Para el gobierno el escenario electoral de diciembre luce muy negro. La profunda crisis y el rechazo generalizado a la gestión de Maduro le auguran una derrota segura en la mayoría de las gobernaciones. A la vista de todos sería otro elemento de desmoronamiento del poder chavista. Más sin embargo, como punto a favor para el oficialismo debo decir que apostar a las regionales, aún sabiendo que las perderían, diluiría los esfuerzos para sacar del poder al Presidente, dándole un margen de maniobra para recuperar niveles de aceptación.

Para la oposición sería un triunfo electoral seguro, de eso no tengo dudas. Se recuperarían muchos espacios, tiñendo de azul el mapa nacional. Sin embargo, de concretarse las elecciones regionales este año, tal y como lo establece la ley, habrían enfrentamientos internos por las candidaturas, lo que repercutiría en la unidad necesaria para la batalla mas importante a librar, es decir, sacar a Maduro y cambiar el modelo político y económico actual. 

Al igual que para la mayoría del país, estos comicios no lucen prioritarios para la oposición, y a las cuentas me remito: la Unidad Democrática se fijó seis meses para activar algún mecanismo constitucional para cambiar el gobierno, por lo que estaríamos hablando de septiembre u octubre como tiempo para concretar la meta, así entonces habría que hacer elecciones presidenciales a final de año o principios del próximo, quedando diferidos los comicios regionales.

Sin embargo, la realidad política venezolana cambia todos los días. Un paso en falso de cualquiera de los actores, los hará ganar o perder el juego. Los venezolanos libran una batalla de largo aliento que la ganará el más inteligente, mientras que los desbocados sólo engrosarán las filas del cementerio de políticos. 








Gladys Socorro
Venezolana y periodista
Twitter: @gladyssocorro